CUIDADOS
DE LAS PLANTAS DE INTERIOR
Las plantas tienen necesidades básicas que siempre
deberemos tener en cuenta:
ILUMINACION La
luz es indispensable para la vida de una planta,
por lo tanto en el momento de elegir el lugar, será
necesario que esté expuesta a la luz solar o bien
alumbrarlas artificialmente. Sin embargo cuando
una planta está situada en un lugar demasiado luminoso;
algunas hojas quedan amarillentas y caen. El exceso
de luz provoca quemaduras y necrosis que afectan
al crecimiento de la planta. Por el contrario, si
una planta dispone de escasa luz, se produce el
marchitamiento.
LUZ ARTIFICIAL
Una planta necesita diariamente entre 12 y 16 horas
de luz, cuando éstas se encuentran en lugares que
no les llega luz suficiente, la solución es la luz
artificial. Existen lámparas incandescentes que
imitan la luz natural.
EL CALOR Para
crecer sin problemas, una planta de interior necesita
una temperatura entre 12º en invierno, mientras
dura el descanso vegetativo, y 24º en verano. Toleran
mal los cambios bruscos de temperatura, los cuales
paralizan el crecimiento, y provocan la caída de
hojas.
LA HUMEDAD La
humedad atmosférica, también conocida con el nombre
de higrometría, es imprescindible para un buen crecimiento
de las plantas de interior. El grado óptimo de humedad
es entre 72% y 75%. La higrometría va unida a la
temperatura, y cuando mayor es ésta, más húmeda
ha de ser la atmósfera. Cuando la humedad de la
planta no es la adecuada, se manifiesta con un amarillentamiento
y una caída de las hojas. Para compensar la falta
de humedad bastará con rociar las hojas de agua
con la ayuda de un pulverizador.
EL RIEGO La frecuencia
y la calidad de los riegos dependerán de muchos
factores. Primero de las plantas y sus necesidades:
una planta, en crecimiento, necesitará más riegos
que en reposo. Asimismo, una planta en flor necesitará
más agua durante la floración que durante el período
vegetativo. Seguidamente, interviene la temperatura:
en una habitación cálida, las hojas transpiran más
y el agua que se evapora sale a la superficie y
se seca rápidamente. En último lugar, según su composición
retendrá el agua de diferente manera. Un substrato
a base de arena, material poroso, se secará antes
que una base formada de turba.
EL MEJOR MOMENTO PARA EL
RIEGO Un buen riego exige tener un buen
tacto: para saber si las plantas tienen la humedad
apropiada, lo mejor es introducir el dedo en el
substrato y solamente cuando lo saquemos seco deberemos
regar.
LA CALIDAD DEL AGUA
La calidad del agua de riego tiene una gran importancia.
En efecto, el agua del grifo es a menudo muy clorada
o calcárea, lo cual provoca manchas sobre las hojas.
El agua ideal para regar será la de lluvia y sobre
todo la que se recoja en el campo tendrá una calidad
superior a la de la ciudad, que lleva hollín y contaminación
atmosférica en suspensión.
LA FERTILIZACION Y LOS ABONOS
Aunque se cuide una planta con regularidad y con
atención y disfrute de un marco ideal, necesitará
siempre un alimento, ya que las reservas naturales
contenidas en el substrato acaban por extinguirse.
Por lo que, deberemos ponerle periódicamente un
abono, en estado líquido o sólido en forma de píldoras
para que la planta se desarrolle armoniosamente.
APRENDA A CUIDAR CADA TIPO
DE PLANTA
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